sábado, 16 de noviembre de 2024

El gusto a la Nada


 

A lo lejos escucho la voz de un hombre decir: vecina, vecina, vecina…

Yo sigo aquí encerrada en la habitación

Hace ya tres días que no salgo,

tampoco me bañado, no duermo, no leo, ni escribo.

 

Me he pasado dando vueltas en el colchón que tengo tirado en el piso

Al echar una mira a mí alrededor

me veo rodeada de empaques de papas Ley´s,

hojas, ropas y libros.

 

Hace tres días que empecé a sentir el gusto por la nada

Nada quiero, nada me importa, nada me alegra ni tampoco nada me entristece

No deseo hablar con nadie, ni con mamá, ni con papá, ni mucho menos 

con el tipo, con el que he salido hace ya tres meses.

 

Mi espíritu melancólico por fin ha tomado su lugar

y dichoso se encuentra en dejar de luchar

Si antaño la esperanza alguna vez alentó mi corazón

hoy me resigno y me entrego a lo desconocido.



Füssil.