domingo, 17 de enero de 2016

Diálogo sobre el sistema de la naturaleza de Schelling




Las delicias de este mundo ya he gozado,
Los días de mi juventud hace tanto, ¡tanto!, que se desvanecieron,
Abril y Mayo y Julio están lejanos,
¡Ya nada soy, ya nada me complace!
Las delicias del mundo HÖLDERLIN 



Interlocutores: Nix, Selena y Tersites[1]

Nix: Mucho se ha narrado sobre la historia del mundo, pero yo les hablaré sobre el desarrollo desde su primera potencia  y la relación equivalente con el tiempo.  Si bien tenemos claro la concepción tripartita del tiempo: pasado, presente y futuro, pero esta linealidad se destruye con la aplicación de la primera potencia, pues el tiempo no partirá del pasado sino desde su centro o punto inicial: la eternidad.
Tengamos en cuenta que el tiempo y la eternidad son contrarios aunque guarden relación necesaria entre sí, pues la potencia primera llamada voluntad eterna, no debe tomarse como una representación finalizada en el  pasado; la voluntad eterna  se crea a sí misma  siendo está la primera potencia. Todo principio nace  de la voluntad primera en la que por fuera de ella solo existe la nada.

Así que la eternidad; es eternamente eternidad  y el pasado pertenece al tiempo, para ilustrar esto con mayor claridad tomemos como ejemplo la semilla: el florecimiento de la semilla se produce mediante el contacto con la tierra y el agua, esta semilla deja de ser  primera potencia cuando pasa hacia el  tiempo de la planta futura, en la que deviene el pasado, es decir, su germinación. La semilla en su primera potencia contiene en sí misma la posibilidad del tiempo. De esta forma se muestra la diferencia entre: eternidad  como primera potencia y el tiempo como pasado, pero también la relación entre ambas. Pues si  la planta no pasa por la primera potencia  no podrá germinar en el tiempo.

Con lo anterior podemos mencionar dos tipos de voluntades: eternidad y tiempo, estas difieren en cuanto respecta a su naturaleza, pero se complementan entre si, lo no-ente (voluntad de existencia)  y lo ente (tiempo)  es un único ser en  diferentes perspectivas.

Selena: Hablanos querida Nix, del origen de la vida  mediante la oscuridad de la Noche y el Caos, y de cómo la naturaleza es autónoma y productora de sí misma.

Nix: En primer lugar nació el Caos que fecundo la Noche y de ellos nació toda la naturaleza[2]: De esta antigua mitología griega, podemos dar cuenta que entre más nos remontamos al pasado del mundo nos encontramos con la paz sin movimiento. Aunque todas las cosa de la naturaleza se encuentren en un estado inconsciente, las criaturas  que forman parte de la última época estarán en una lucha entre lo inconsciente y lo consciente, entre separación y unión. Vemos entonces a la naturaleza en un estado de embriaguez y locura impulsada por las poderosas fuerzas del movimiento.
De esta manera la naturaleza se toma como fuerza creadora de contrarios, pero hay que aclarar que la naturaleza tiene un proceso en la filosofía distinto de aquella voluntad creadora del mundo. Veamos.
Recordemos primero el concepto de la doctrina de la ciencia de filosofó J. Fichte. En ella  se toma al Yo como fuente creadora, el Yo pensante como primera potencia que posee consciencia sobre sí mismo, encontrando relación entre: el pensar y el obrar o  entre sujeto y objeto.  Así que el sujeto  se piensa sobre sí mismo y al  mismo tiempo  es consciente de su obrar, pues todo objeto llega a la consciencia exclusivamente bajo la condición del Yo consciente.
El Yo no es otra cosa que un obrar que se retorna a sí mismo. Para Fichte  todo lo existente no  puede estar por fuera de la consciencia, es decir,  del Yo absoluto.
Selena:  Si el Yo absoluto que contiene toda realidad, en la que por fuera de ella no existe nada. Cómo es posible  que dentro del absoluto yo no tenga consciencia, sino únicamente en la media en que soy consciente de sí mismo. Entonces antes de tener consciencia sobre sí, el Yo absoluto es nada para mí.
Nix: Tienes razón querida Selena, al absoluto de Fichte se le ha criticado de dogmático precisamente por la trascendencia  a la que desea llevar su Yo. Entendamos  que su carácter trascendental a diferencia de la sustancia de Spinoza, no pretende ir más allá del mundo sino de la propia consciencia antes de pasar por la experiencia.
Sin embargo, no podemos hablar  de la nada por fuera del Yo absoluto, pues la conciencia  nace de la unidad de contrarios: no-Yo y del Yo.  El primer paso para llegar a la consciencia, Yo= Yo llamado autoconciencia o intuición intelectual; el segundo no- Yo/ Yo   conocimiento del objeto y por último Yo/ no- Yo  donde se llega a la consciencia.
La filosofía de Fichte parte de la intuición intelectual, esta se crea mediante la unión entre: lo subjetivo y lo objetivo dentro de un todo, así que mediante está unidad de contrarios el Yo es consciente de sí mismo;  por lo tanto el Yo  no sé considera como puro sujeto, sino como sujeto y objeto.
Tersites: La teoría de Fichte consiste: en una consciencia en la que lo objetivo y subjetivo, se muestra como una unidad absoluta de contrarios. 

Selena: Decís bien
Nix: Pero no nos desviemos de nuestra finalidad que consiste en exponer  la filosofía de la naturaleza. Teniendo como punto de partida el idealismo del Yo de Fichte, nuestro querido maestro F. W. J. Schelling,  mostrará el proceso de la filosofía de la naturaleza independientemente de la filosofía trascendental, pero complementaria a su vez.
Tomemos como ejemplo lo siguiente: Aquí hay un árbol que alguien ha plantado hace cincuenta años para la posteridad; ¿cómo es posible que sea yo el que lo esté haciendo aparecer precisamente ahora tal como es por medio de mi intuición productiva?[3]
Para Schelling la posibilidad de aparecer aquel árbol,  seda por medio de la acción del yo productivo, es decir, todo lo existente pasa necesariamente por aquel proceso de libertad: la imaginación. Así  el idealismo de la naturaleza es la primera potencia en la que se deriva el idealismo del Yo.
El primer paso de la naturaleza es despontencializar el objeto llevándolo a la primera potencia, fuera de toda reflexión, será por lo tanto un proceso inconsciente. Pero este mismo objeto que actúa en el proceso inconsciente actúa libremente  en la medida  que es planteado  como idéntico al que intuye, es decir,  que del proceso inconsciente deriva la reflexión del Yo que llamaremos: potencia suprema
Tersites: Con esta teoría ahora sí podre filosofar.
Selena: No Tersites, no se puede filosofar sin antes tener en claro qué es la filosofía, pues este arte no es para principiantes o ignorantes, hay que remitirnos a las reglas como en cualquier otra arte.
Pues bien, si se inicia primero con el filosofar caerás en un reduccionismo del Yo, impidiendo contemplar el objeto en su potencia suprema, es decir, que mediante la reflexión el hombre se aparta de la naturaleza, como lo afirma el maestro Schelling. El objeto debe pasar por un proceso inconsciente y luego a su potencia suprema o reflexiva.
Así que el sujeto que filosofa, es a la vez el elemento reflexivo, ya que actúa y contempla aquella acción llevándola a una  reflexión sobre sí mismo.  En este proceso el sujeto no podrá volver a la potencia primera o la actividad inconsciente. 
Nix: Pero me parece que te falta aún decirnos, cómo funciona la naturaleza mediante el proceso inconsciente y consciente. Este método se tomará para hablar de una filosofía teórica y práctica que funciona mediante la abstracción inconsciente del sujeto-objeto. En  la primera potencia surge la filosofía práctica: la experiencia reflexiva de sí mismo, así que la filosofía de la naturaleza será lo teórico, mientras que el idealismo se convertirá en la experiencia subjetiva  de la consciencia.
Por eso, desde la perspectiva de la consciencia, la naturaleza me parece lo objetivo y, por el contrario, el Yo me parece lo subjetivo; por eso desde perspectiva sólo puedo  expresar el problema de la filosofía de la naturaleza: hacer surgir lo subjetivo de lo objetivo.[4]
Selena: Lo objetivo, es la consciencia que pasa por lo subjetivo; la potencia primera (teoría). Diferente a Fichte  que nos muestra  lo objetivo surgir de sí mismo, sin pasar por la primera potencia. En el sistema del idealismo de Schelling lo objetivo es una unión entre: lo ideal-real, entendiendo que lo real es lo teórico y el ideal es lo práctico.
En conclusión, en el sistema idealista de Schelling, la naturaleza reemplaza y toma posesión del yo absoluto de Fichte, ahora la naturaleza es el principio donde surge la consciencia del Yo o el idealismo; o en palabras del maestro Schelling: A fin de poder establecer una parte teórica, hasta en el propio sistema del idealismo tuve que sacar al Yo fuera de su propia intuición, abstraer la parte subjetiva de la intuición intelectual, en una palabra, plantear al Yo como carente de consciencia[5]
Por lo tanto la filosofía de la naturaleza, separa la parte subjetiva de la intención intelectual, rechazando la concepción de Fichte,  el idealismo es el primer paso en el proceso de abstracción de la propia consciencia.

Nix: Decís bien, pero recordemos que la naturaleza es producto de sí misma y es productora en el proceso consciente, entre la unión de sujeto y objeto. Así que dentro de la filosofía de la naturaleza, yo contemplo al sujeto-objeto en su autoconstrucción, mediante la elevación de  la intuición intelectual al proceso inconsciente.
La naturaleza no  se tomará como un todo muerto que ocupa un espacio,pasará hacer fuente creadora de todo. 
El arte es el mejor elemento para ilustrar el proceso de la naturaleza como un todo vivo, en el arte se concilian las posiciones: naturaleza-espíritu, inconsciente-consciente, real-ideal;  esta concepción tripartita se establecerá por Schelling de la siguiente manera: Naturaleza, Espíritu y Arte.

Tersites: Así que el arte y la naturaleza son lo mismo

Selena: No Tersites existe una relación, pero son distintas; el arte no  pretende imitar la naturaleza sino mostrar el espíritu que existe en ella, creando obras que representen el cuerpo y alma, formando un vínculo entre arte y naturaleza.

Nix: La naturaleza debe aparecer como: principio, espíritu y ciencia creadora. La esencia (naturaleza) es el inconsciente que funciona en el arte, este proceso de universalización se da por medio de la naturaleza y  permite  el devenir en la obra de arte, escapando de la linealidad del tiempo. Logrando que el arte  aparezca en su puro ser, en la infinitud de la  eternidad.
Esta ciencia activa es en la naturaleza y en el arte  el vínculo  entre el concepto y la forma, entre el cuerpo y el alma.  A cada  cosa corresponde un concepto eterno que está bosquejado en el entendimiento ilimitado[6].

Selena: lo bello tomará una nueva forma en la obra de arte y lo feo se postulará como la expresión  representativa en la creación artística, así las formas y figuras desproporcionadas tomarán parte de la obra .

Tersites: Acabo de comprender porque muchos hombres tocan a mi  puerta suplicándome  ser  modelo en sus esculturas, pues soy yo la representación de lo bello.

Selena: Muy bien Tersites, el arte replantea la antigua mirada de lo bello dejando de lado la imitación y las figuras proporcionadas dando paso a la abstracción en la forma y el concepto.

Nix: Para concluir entendamos que la función del arte es establecer una nueva teoría, donde se pueda satisfacer a la razón (naturaleza)  y ser útil al arte mismo, contribuyendo al progreso de la relación entre obra y naturaleza. Con la nueva teoría, el arte se aparta  el viejo principio  de imitar a la naturaleza; como una masa que ocupa un espacio  cuya imagen vacía es llevada al lienzo o escultura. Recuerdo bien las palabras del maestro Schelling sobre este tema:
Esta era, precisamente, la doctrina de los rudos pueblos primitivos que, no viendo nada divino en la naturaleza, sacaban de ella ídolos; mientras que el inteligente pueblo de los helenos, que en todas partes sentía la huella de la naturaleza verdaderos ídolos[7].

Nix: La naturaleza es la expresión más grande del universo, en ella está contenida la eternidad y el tiempo;es transcendente a la creación divina, el hombre. Por ello todo ser viviente esta encaminado ha servir y proteger  la naturaleza.



[1] Nix: Hija del caos, diosa de la noche
Selena: Hija de Hiperión y Tea, diosa de la luna
Tersites: Guerrero Aqueo, considerado el hombre más feo  de la guerra de Troya .
[2] Teogonía de Hesiodo.
[3] Escrito sobre la naturaleza de Schelling.  Sobre el verdadero concepto de la filosofía de la naturaleza y la forma adecuada de resolver los problemas planteados 1801. P259
[4] Ibíd., P 262
[5] Ibíd., P263
[6] La relación del arte con la naturaleza. Schelling. P 67
[7] Ibíd.,  P58


Caspar friedrich- 1818

martes, 12 de enero de 2016

La melancolía de Penélope



Ninguna Penélope ha tejido y destejido como Elvira,
mientras esperaba el alba de la muerte 
                                                                        José Asunción Silva

Corifeo: Cuando Eos, la de los dedos rosados, hija de la mañana se dejó contemplar, la bella Penélope hija de Icaro posada sobre el umbral de su balcón, apreciaba los primeros rayos de luz que brotaban detrás de la llanura. La claridad del alba dio paso al paisaje bélico que se extendía al rededor de su morada. El recuerdo  de Telémaco y Ulises la lleno de una profunda melancolía 

Penélope: ¡Oh, amados dioses! Para qué seguir contemplando a la hermosa  Eos y al grandísimo Helios, para qué el tiempo si la guerra me ha devorado como a un hijo de Cronos, grito mis lamentos a toda Ítaca rogando a Mnemosine el olvido de mi memoria, pues el recuerdo va destruyendo mi alma como el Águila que devasto las entrañas de Prometeo en los montes de Grecia. 

Corifeo: La vieja Nodriza Euriclea se acerca a Penélope al escuchar sus lamentos, llevando en sus manos las ropas de la madre de Ulises

Nodriza: -¡oh bella hija de Icario! La guerra junto con ker se ha llevado consigo a su primera víctima, Anticlea madre de Ulises, la nostalgia y el tiempo han asechado su cuerpo  ahora de ambulará en el Hades buscando entre los muertos a su amado hijo.

Penélope: Acercaos sin temor Euriclea y contemplad otra víctima de la guerra; la naturaleza, estas tierras han perdido su color tornándose infertil por la descomposición de millones de cuerpos. Después de veinte años de la partida de Ulises no acierto a comprender cómo los mortales olvidaron tan pronto los estrago de la guerra.

Corifeo: Un fuerte remolino de viento se aproximó lanzando a Penélope sobre el suelo y huyendo de pavor salió la Nodriza. 


Atenea:  Penélope los dioses hemos escuchado tus lamentos y sentido tu melancolía. He bajado hacia la tierra de los mortales en forma de Ave para posar mis garras en el umbral de tu balcón. No temas Penélope por mis grandes alas y mi filoso pico, no soy como aquellas aves negras que devoran  los cuerpos caídos en batalla. Estaré junto a ti para escudarte de las furiosas corrientes costeras que arañan el rostro de los mortales como ramas espinosas.

Corifeo: Un enorme silencio se extendió sobre el balcón de Penélope después de escuchar las palabras de Atenea. Es el silencio la sensación de lo vasto, el regocijo con la intimidad, el silencio se apodera del alma y Penélope dejar entrar así la noche a su balcón.

Penélope: El vasto Helios vuelve a caer sobre Ítaca, las antorchas iluminan una vez más el balcón y cuidan mi vigilia. Atenea desde aquí escucho cada noche los lamentos de las almas que bajan por el río Aqueronte, el río del dolor, el río de la guerra.  Cuando la oscura  ker venga a mis aposentos en búsqueda de mi alma, pediré a las mucamas en mi lecho de muerte arrojarmé a la tumba sin un Óbolo dentro de mi boca pues deseo vagar por entre los muertos buscando a Ulises y Telémaco mi hijo.

Atenea: Bella Penélope, Caronte reconocerá tu rostro y no dejará que vagues durante mucho tiempo. He sobrevolado los grandes ríos de Grecia y su aspecto es espectral: las gaviotas posan su busto sobre los cráneos  de guerreros y mástiles de viejas naves; los cuervos arrancan las vísceras de los hombres aún con vida. 

Penélope: No he vuelto a salir a las calles de Ítaca, he perdido el interés por el mundo, me he perdido a mí misma, la guerra ha esculpido el tiempo y la memoria. Ya no me queda más si no  dejar mi carne a las aves negras que penden sobre los altos arboles sin ramas  a la espera de mi muerte. 

Corifeo: Atenea extiende sus grandes alas emitiendo un feroz sonido que espanta a los cientos de cuervos, Penélope cae al suelo sobre el manto dorado que tejió durante tres años.

Penélope: Muchos hombres siguen a la espera de mis riquezas y castidad, he tejido y destejido durante varios años aquella manta para el viejo Laertes, hilos de oro  con puntadas de cruz para abrigarlo en su tumba. Pero decidí darlas de ofrenda a Artemisa y Afrodita cuando abandone la alcoba nupcial.

Atenea: Ahora descansa hija de Ícaro que yo vigilaré tus sueños


orifeo: Un  dulce sueño se extendió por los parpados de Penélope, invencible, semejante a la muerte, arrojandola sobre el manto de oro. 
He narrado a ustedes habitantes del inframundo, la melancolía de Penélope. Nuestro padre Poseidón nos ha enviado para atormentar el espíritu de Ulises y Telémaco que navegan aún por las turbias corrientes de la mar. 





Rudolph von Deutsch 



Diario de un librero: La librería Circe

 Dia 18 de Octubre
Durante treinta y cinco años el crepúsculo de cada día me atrapa con las dos toneladas de libros que descansan en la habitación, la luz  de los altos faroles entra sigilosamente  por los vidrios martillados de aquella pequeña ventana donde descansa mi fatigado cuerpo. Los visitantes llegan de todas partes del mundo, muchos de ellos malditos desde la primera letra escrita, las mutilaciones y la tinta derramada entre hojas reflejan el sufrimiento de su existencia. La imprenta en la que paso mis días se encuentra ubicada  en el sótano del edificio donde habito, la vieja estructura de madera guarda los recuerdos más íntimos de mi infancia y adolescencia.  

25 de octubre
Hace cinco años que realizo el absurdo ritual de fumar hasta el amanecer y antes de dormir me detengo a observar el viejo semanario donde aparece la fotografía de la librería Circe devorada en las llamas, el anunció dice: mujer polaca se quema dentro de una librería. 

Todo empezó durante la invasión Rusa a la república Checa, una tarde de verano toneladas de papel por devorar entraron a la imprenta, el hijo de mi jefe, Martin Grechko, hombre avariento y  vanidoso de unos años mayor que yo, había logrado un negocio con alguna de la muchas librerías que cerraban sus puertas en la ciudad. En las calles checas soldados del ejercito lanzaban  fuego cientos de libros que narraban la historia de la nación, los verdugos  rusos atemorizan a los ciudadanos forzándolos a sacar sus bibliotecas de casa y echarlas al olvido.
Sin embargo desde hace varios años he guardado celosamente  las grandes joyas literarias, estoy dispuesto a entregar mi vida por los libros ellos me han  acompañado en la soledad de mis años y en silencio se posan cada noche a mí alrededor esperando la entrada de los primeros destellos del amanecer. 
El día  de hoy  he subido varios ejemplares: entre ellos está el teatro de Henrik Ibsen; Las flores del mal de Baudelaire; Ana Karenina de Tolstói y varias ediciones del Zaratustra de Nietzsche.  

26 de Octubre
El señor Grechko ha llamado muy temprano a la puerta, ordenándome ir a cierta librería en el centro de Praga, me desgané porque los viajes largos los he odiado desde muy chico, pero no me negué.  Después  de dos o tres horas me encontraba  por fin en la plaza central, caminé por las calles principales  mientras los recuerdos se iban desbordando uno tras otro. La Praga  en la que nací estaba desapareciendo, su aspecto era abrumador: Tanques de guerra  invadían las calles junto a las constantes marchas en fila india del ejército rojo. 
Caminé lo bastante rápido  hasta llegar a la librería, al acércame  encontré a una mujer sentada afuera de la tienda, su rostro era pálido y delgado, tenía la mirada clavada en el suelo como separada del mundo. Tardé unos minutos en hablarle en los que ella noto mi presencia y se sonrojó. Al ponerse de pie me dio su nombre, María.  
Entramos a la librería y los anaqueles estaban ya vacíos, cientos de cajas ordenadas numéricamente  se extendían por el piso.  Revisé algunos libros y llamé  a  los camiones, en pocas horas la tienda se encontró desolada, María seguía allí junto a la puerta. Al salir se apodero de mi un alocado impulso y dije que guardaría todo por ella y me marché. 
Durante todo el día no dejé de cuestionarme  por lo que había dicho: fue realmente absurdo creer que guardaría todo por ella. Me encontraba intranquilo y  pedí a mi jefe salir más temprano, al entrar a la habitación abrí algunos espacios para guardar algunas cajas de la librería. Toda la noche no hice más que pensar en la Praga que desaparecía y en María. 
Las tres semanas siguientes fueron aterradoras no logré incorporarme a la rutina de mis días, empecé a sentir tanta repugnancia por los libros que ni siquiera deseaba tocarlos. Cierta madrugada de primavera, hastiado por la soledad cogí varias sabanas de la habitación y cubrí las muchas filas de libros y al finalizar me sentí rodeado por fantasmas. 
La vida ya no tenía significado, el peso de los años  empezaba a notarse en mi rostro y creí haber vivido tanto que deseaba terminar ya con este absurdo juego. La noche siguiente me  desperté de un insólito sueño en el que hacia parte de un gigantesco ajedrez: una voz a lo lejos nos ordenaba  los movimientos, saltar como caballo, correr como peón, cruzar el tablero como alfil. Al finalizar las fichas perdedoras se organizaban en filas y eran fusiladas una tras otra. Se iniciaba una nueva partida. 

30 Octubre
Terminé por dejar el oficio que heredé de mi padre y abuelo. La imprenta  fue el lugar en el que surgió el irracional amor por los libros. Todo el día estaba lleno de papel hasta la cabeza, con el particular olor de los años que encierran las obras en sus páginas; exhausto me lanzaba a descansar sobre las minas de papel sucio y empezaba a soñar con historias de caballería o ciudades de la antigua Persia. Aquellos fueron los días más  felices de mi vida, sin embargo ya no podía permanecer  en la imprenta. Me perturbaba la miserable vida a la que fui arrojado por los libros. Traté de explicarle al señor Grechko lo que me sucedía, pero este cerró la puerta en mi cara y gritó:¡gusano judio! 
El domingo al caer la tarde decidí salir a caminar por las calles  de la ciudad hasta la estación del tren. Me detuve a observar las tristes despedidas y los dulces reencuentros de los habitantes  de Trutnov mientras escuchaba salir de los parlantes  melodías disonantes de Dimitri Shostakovich. 
De regreso a casa compré algunas cosas de comer y el semanario anual  de la URSS. Al llegar a la habitación ordené algunas cosas en la cocina y me dispuse a ojear el periódico. Desconcertado quedé al ver la foto de María junto al anuncio: Mujer polaca se quemó  dentro de una librería. 


!8 de julio

Hace ya cinco años que  vivo a las afueras de la ciudad muy cerca de la estación. Trabajo limpiando los vagones y arrastrando maletas a cambio de algunas coronas checas. Han pasado varios días  de combate entre el ejército  y los rusos. Hoy cinco de enero la nación eliminó los últimos tanques invasores y, al caer el crepúsculo de la primavera praguense fui hasta la plaza y arrojé al olvido toda la biblioteca estuve allí hasta la media noche observando como el vaho del infierno devoraba enfurecido el lomo de los libros, aquellos que acunaron en sus hojas el llanto de mis ojos y la ceniza de la pipa. Al salir me perdí en la multitud  y encaminé un Éxodo hacia tierras desconocidas.





Waterhouse- 1911