jueves, 28 de mayo de 2020

Pensamiento Feminista Breny Mendoza


Breny Mendoza es profesora del departamento de ciencias políticas y estudios de la mujer en la universidad de California es una de las fundadoras del grupo Latinoamericano de estudios, formación y acción feminista (GLEFAS), ha realizado investigaciones sobre la construcción feminista en Honduras (1996) y una serie de ensayos sobre la crítica feminista en América (2001).

-         Para empezar ¿Cómo fue su encuentro con la teoría poscolonial?
Mi interés aparece cuando me acerco al estudio del sistema democrático neoliberal de la América colonial de 1492, me preocupó enormemente la falta de intervención hacia la categoría de género en los procesos coloniales y poscoloniales. En ese camino de búsqueda de la inclusión de la mujer en la historia me encuentro con teóricas  feministas como: María Lugones, Paula Allen Gunn, Rita Segato, entre otras, quienes realizan hasta el día de hoy estudios coloniales en América Latina y el Caribe. 
-         Al inicio del ensayo “Colonialidad del género y epistemología del sur” usted menciona tres preguntas en las que direccionará su texto.
Claro, fueron preguntas que surgen de una reflexión que está orientada en reconocer el aporte que ocupa el feminismo Latinoamericano en la nueva epistemología del sur. La primera de ellas es, ¿Qué tan lejos ha llegado el pensamiento feminista y su poder como otredad? ¿Cómo se puede articular feminismo y género en este debate de la poscolonialidad? y  ¿Se puede hablar de una teoría feminista Latinoamericana?[1]
Uno de los alcances de estas preguntas es lanzar una crítica constructiva al término de Raza de Aníbal Quijano evidenciando la no inclusión de la mujer dentro de los procesos coloniales de la modernidad de América
-         ¿Cuál es la idea de la raza del peruano Aníbal Quijano?
Quijano instaura el término “colonialidad del poder” para hacer mención a la llegada de la modernización en América por manos de Occidente, la colonización se observa no sólo como la invasión de la tierra sino como el primer modelo mundial del capitalismo, el gran triunfo del mercado liberal. La llegada de la modernidad a nuestros territorios provocó la formación de nuevos sistemas políticos y organizaciones sociales que destruyeron toda las múltiples maneras de vida y producción de nuestros pueblos originarios para crear una universalización de sociedad, ahora bien, bajo la estructura del término  de “colonialidad”  Quijano desarrolla la idea de “raza” reordenando todas las formas de existencia humana desde el sistema patriarcal de la colonia que significó el concepto de raza en: sexo, trabajo,  autoridad colectiva y subjetividad /intersubjetividad. De esta forma, la idea de género quedo subordinada a la lógica de raza
-         ¿Cuál es la lectura que da María Lugones a la “Colonialidad del poder” y cómo comprender  su propuesta a la llamada Colonialidad de género?
María Lugones lo que hace es recoger los alcances teóricos y explicativos de Quijano para  tomar desde allí  su concepto de colonialidad de género, el error que le reconoce la autora a Quijano fue el establecer género y sexualidad como elementos estructurales de la sociedad moderna, así él acepta las teorías patriarcales y heterosexitas europeas. En el ensayo hago mención de dos teóricas feministas que nos permite comprobar como género y raza fueron ambas producto del control sistemático de las nuevas sociedades indígenas y africanas, por un lado, la nigeriana Oyéronke Oyewúmi y, por el otro, Paula Allen Gunn indígena de EE.UU.  
Según estas feministas en la comunidad yoruba y en los indígenas Norteamericanos no existía la distinción sexual de género entre mujer y hombre, tampoco la jerarquización del trabajo y desclasificación de la mujer por el patriarcado, ellas afirman que todo se trataba de una colaboración mutua de las obligaciones, es decir, fueron sociedades con sus propios modelos de organización social y económica. Por lo tanto, considerar que género es un concepto anterior a la sociedad y la historia como lo hace Quijano tiene el efecto de naturalizar las relaciones de género y heterosexualidad, y peor aún sirve para que las mujeres del Sur continúen sufriendo los efectos postcoloniales.[2]
 Siguiendo lo anterior, la colonialidad de género de María Lugones es una respuesta a la errada interpretación de género que le ha dado el sistema patriarcal y heterosexual de la nueva cultura americana, en este sentido la colonialidad de género revive los procesos discriminatorios y racializados que sufre el feminismo durante y después de la llegada de  occidente, incluso reconoce que producto de este sistema machista se presenta una clara separación entre las mujeres: las de metrópolis / las de periferia, y afirma que hasta nuestros días esta división es un desafío que hay que resolver.
-         ¿Usted considera que los procesos independistas que se dieron en nuestra América no significaron una descolonización  de las mujeres?
Evidentemente no, la independencia fue sólo un pacto de libertad de los hombres colonizados con los colonizadores, ellos aceptaron sin ningún reparo la violencia ejercida por el Estado hacia la mujer a cambio de un puesto superior en la escala del poder, incluso hasta los sectores de izquierda se alejan de las luchas feministas.  El sistema capitalista de trabajo le otorga al hombre una “libertad” participativa y excluye al mismo tiempo a la mujer y la conduce hacia el plano privado confiriéndole la función de obreras explotadas o amas de casas, así las nuevas dinámicas de trabajo instauradas por la colonia y después de ella, involucra la separación de hombres y mujeres en los procesos independistas y llevan a la racialización y sexualización de las mujeres en  la sociedad.
-         ¿Cómo otorgarle a la idea de género su contenido histórico?
Bueno, esto es una pregunta con una respuesta muy extensa sin duda, pero trataré de ser lo más sintética posible. Considero que el contenido histórico de la mujer es más fácil relatarlo o construirlo desde Europa, pensemos en la idea de raza que se asocia durante la Inquisición y la caza de brujas, es decir, su contenido histórico estaría marcado por el genocidio con la expansión del cristianismo. Sin embargo, hablar de una idea de género histórico en América es mucho más difícil por la invisibilización de la mujer indígena, por esta razón es complicado esperar un ataque serio contra el sistema moderno de género por la separación entre las mujeres, incluso los movimientos feministas Latinoamericanos y el Caribe reflejan la participación de las mujeres blancas en los procesos de colonización y su complicidad en la silenciosa necropolítica que se implantó en nuestro territorio en manos del patriarcado occidental.
-         Usted en la segunda parte del ensayo titulado “Género en las veinte tesis de política de Dussel” inicia el texto con la siguiente pregunta ¿Cómo se imagina los hombres latinoamericanos la disolución del pacto secreto entre los hombres colonizados con los colonizadores?
Considero que existe un esfuerzo enorme por parte de la historia en integrar a la mujer en los procesos de colonización, pero también considero, que si el pensamiento postoccidental ha de tomar en serio la inclusión de las voces de las mujeres necesita establecer además un diálogo con las feministas latinoamericanas (…) las feministas latinoamericanas, por su lado, deben a su vez, elaborar un pensamiento postoccidental que articule y revele la forma en que la colonialidad de género determina nuestras sociedades y nuestros pensamientos, incluso el feminista.[3]  Aún falta mucho camino para destruir aquel escalofriante pacto masculino.
-         Dussel  en su tesis de política incluye a la mujer dentro de la esfera pública, ¿Cuáles son las consecuencias de esto?
Mira es muy sencillo, Dussel al pensar la filosofía política bajo la dialéctica entre lo público y  lo privado, reduce las verdaderas demandas de la mujer en la esfera de lo privado, es decir, la inclusión de la mujer en el plano público se presenta gracias al capitalismo del trabajo “asalariado” donde la marginación y la segregación se mantiene en la sociedad de las mujeres, por lo tanto afirmo  que la política dusseliana sigue siendo demasiado machista para hablar de inclusión.
-         Antes de finalizar y sí su usted me lo permite, quisiera terminar esta entrevista realizando algunas preguntas que fueron apareciendo al leer su segundo ensayo, “La (ir) relevancia de las teorías feministas occidentales, poscoloniales y queer para la política de los feminismos latinoamericanos”
Por supuesto, yo encantada de seguir conversando con ustedes.
-          En este ensayo podemos ver una clara propuesta por replantear la teoría feminista latinoamericana mi pregunta es la siguiente ¿para qué y cómo lograrlo?
El objetivo de este ensayo es ofrecer un estudio más plural sobre el feminismo que se estudia en Latinoamérica, considero que aún se deben crear nuevas narrativas de la historia donde lo femenino alcance una visión propia y global.  Estas teorías nos recuerdan que las políticas feministas en Latinoamérica no pueden continuar enfocándose en asuntos de género y políticas estatales nada más, los feminismos se ven obligados a contemplar un campo de relaciones de poder más amplia, si es que desean obtener una visión más profunda de la vida de las mujeres y hacer alguna diferencia en ellas[4].
Cómo lograrlo, se debe llegar a un análisis horizontal donde se alcance cierta relación entre: género, raza,  etnicidad,  poder y clase en los estudios feministas latinoamericanos,  es necesario analizar las culturas feministas y remplazar las lógicas eurocéntricas a un discurso propio de nuestra modernización.
-         Explíquenos un poco sobre su teoría del queer
La teoría del queer es mi contribución a las teorías feministas Latinoamericanas, yo identifico tres perspectivas en las cuales se ha pensado el feminismo en nuestros días: la primeria teoría es la poscolonial, esta se sostiene desde la experiencia colonial y los procesos poscoloniales, su dicotomía se centra en los estudios de poder y la cultura imperial, la segunda es la teoría feminista, ella busca volver al estudio de la diferencia sexual desde la lucha de la mujer por la participación pública en el sistema estatal, por último, la teoría del queer, lo que yo busco es desarticular la división entre sexualidad,  política y homosexualidad apuntando la crítica al sistema heterosexual que ha impedido la estructuración de la política feminista en América Latina.
-         ¿Sostiene aún la no existencia de una teoría feminista latinoamericana?
Creo que hay intentos bastante serios, un esfuerzo por ir creando una teoría feminista basada en nuestra experiencia histórica. Es bastante curioso que por primera vez una teórica latinoamericana, como María Lugones, esté configurando hoy lo central del debate feminista. En el pasado, siempre eran las feministas angloparlantes o afrodescendientes, incluso las indígenas de Norteamérica, pero en este momento el concepto de la colonialidad del género es fundamental y ha venido a cambiar los términos de la conversación. [5]


Bibliografía
-         Cejas, M., (2011) “desde la experiencia” entrevista a Ochy Curiel.  Revista Scielo México, volumen 8, nº 17, tomado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-00632011000300009
-         Espinoza, Gómez, y Ochoa.,  Tejiendo de otro modo: feminismo, epistemología y apuestas descoloniales en el Abya Yala. Colombia, Editorial Universidad del Cauca, 2014
-         Mendoza, B., Ensayos de Crítica feminista en nuestra América. México, editorial Herder, 2014
-         Sime, S., Entrevista a Breny Mendoza: La democracia liberal se basa precisamente en nuestra exclusión. Revista Universidad Católica de Perú. Tomada de: https://puntoedu.pucp.edu.pe/entrevistas/la-democracia-liberal-se-basa-precisamente-en-nuestra-exclusion/


                                                                                                               


[1] Mendoza, 2014, p 91
[2]  Mendoza, 2014, p 93
[3] Mendoza, 2014, p 100  
[4] Mendoza, 2014, p 444