Ninguna
Penélope ha tejido y destejido como Elvira,
mientras
esperaba el alba de la muerte
(José Asunción Silva)
Corifeo: Cuando Eos, la de los dedos
rosados, hija de la mañana se dejó contemplar. La bella Penélope hija de
Icario, posada sobre el umbral de su balcón recordaba con melancolía los años
transcurridos de la partida de Ulises.
Penélope: ¡Oh, amados
dioses! Para qué seguir contemplando a la hermosa Eos y al grandísimo Helios, para que el
tiempo si la guerra me ha devorado como a un hijo de Cronos. Grito mis lamentos
a toda Ítaca rogando a Mnemosine la libertad de mi espíritu.
Corifeo: Se acerca Euriclea, nodriza de Ulises.
-¡oh bella hija de Icario! La guerra junto con ker se ha llevado consigo a su primera
víctima, Anticlea madre de Ulises, el tiempo ha acechado su cuerpo y
espíritu, ahora deambulará en el Hades buscando entre los muertos a su amado
hijo.
Penélope: Su muerte no debe ser un lamento, Anticlea, en el Hades abandonará el sufrimiento de los mortales.
Corifeo: Desciende de los cielos Atena y con ella el enorme
silencio se extendiende sobre todo el valle, es el silencio la
sensación de lo vasto el regocijo con la intimidad; el silencio se apodera del
alma y Penélope dejar entrar así la noche a su balcón.
Atenea: Bella Penélope los dioses hemos escuchado tus
lamentos y sentido tu melancolía. He bajado hacia ti, en forma de Ave y aguardaré contigo la vigilia.
Penélope: Atenea, las antorchas iluminan una vez más mi
balcón y escucho de nuevo los lamentos que arrastra el río Aqueronte, el río del
dolor, el río de la guerra. He pensado que cuando la oscura ker
venga a mis aposentos en búsqueda de mi alma, pediré vagar por los ríos de grecia antes de descender al Hades, para buscar entre ellos el alma de Ulises y Telémaco mi hijo. La guerra ha esculpido el tiempo y la memoria. Ya no me
queda más sino dejar mi carne a los cuervos que penden sobre los altos árboles sin ramas.
Corifeo: Atenea, la diosa de la guerra desprende sus
extensa alas, apartando a las negras aves del campo desértico y lanzan sobre Penélope un dulce sueño semejante a la muerte.
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